martes, 2 de septiembre de 2008

:: Participantes Concurso primera versión "Para qué Poetas en Tiempos de Angustia" ::



Categoria Infantil.




Ignacia Vera Recitando su poema.


Autora: Ignacia Vera Herrera
Edad: 7 años

POEMA DE LAS FLORES.

Las flores son hermosas
tan lindas como mi corazón
pero mi corazón es de oro
y el de ellas es de olor
ellas tienen mi alma
pero yo su amor
y en mi casa su olor
y en la noche su adiós.









Lorena Gómez


Nombre: Lorena Gómez Ávalos
Edad: 9 años.



Juega el niño para divertirse.

Juega el adulto para lucirse

El sabio juega para bien sentirse.






Categoria Adultos.


Paulina Bustos

Primer Lugar:

Paulina Bustos.


ECOS MARCHITOS

Agonizan los párpados
del tiempo.
Despiertan fantasmas
rastrojos del pasado.
Ha llegado el axioma
mutilando sueños,
la utopía
de creernos inmortales.

Por la pendiente
de los pensamientos,
caen al vacío
ecos marchitos de una voz…
Esa Voz que derramó verdades
y que oídos necios
se negaron a escuchar.

Y la Fe
que siempre
fue nuestra vestidura
hoy nos deja desnudos,
perdidos
en los ciegos paisajes
de la indiferencia.







Betsy Hinostroza Toro.

Segundo Lugar:

Betsy Hinostroza Toro.


CISNE CUELLO NEGRO.

I

Nenúfar de los lagos
No ahogues tu belleza
No te hundas en la bruma eterna
No te vayas, arrastrando tanta pena

II

Pedazo de luna, lánguido de agonía
Empapadas tus alas de amargo veneno
Por el oscuro lago de la muerte
Te quedas en silencio; muriendo.

III

Cisne cuello negro, ¡dímelo tú!
¿Quién abrió las represas del averno?
Y vació las cataratas pestilentes
Lluvia negra y fría como la muerte

IV

Ave navegante del silencio
Blanca flor de invierno
Con alas de nieve y corazón bermejo
Acopio de luz, sutil y sereno

V

¿Quiénes llorarán por ti?
Otros cisnes y una solitaria nube
Y allá arriba en el firmamento
Estrellas y luceros te ayudarán a encontrar
El último lago, tu destino final.











Tercer Lugar:


Lesly Ibaceta Riquelme.


“AMOR, MAS ALLÁ DE LA VIDA”

Creo que comienzo
Una etapa en mi vida
Con gente nueva y
Amigos nuevos.

¡Me siento diferente! No sé porque,
Pero mi cuerpo esta cambiando,
Siento que una nueva vida
Se forma dentro de mí.

¡Estoy feliz! Y sé que lo siente
Y quiero proyectarle lo mejor de mí,
Para que en el futuro tenga
Felicidad y no amargura como yo.

Pero ese es tiempo pasado
Hoy en el cuarto de parto,
He experimentado
Miles de sensaciones.

Se acerca el momento de ver
Al fruto del amor mas bello que he tenido,
Pasan los minutos, las horas,
Algo anda mal.

El dolor es cada vez mas intenso,
Pero lo soporto por él,
Cada vez me siento más débil,
Pero todo valdrá la pena
Cuando lo tenga sobre mi vientre.

Siento que voy cayendo
En un sueño profundo,
Me siento como una pluma
No tengo dolor.

Sólo veo luces resplandecientes
Hay un silencio inmenso que me envuelve,
Abro los ojos y veo a mi pequeño
Durmiendo en su lecho.

Trato de acariciarlo
De tomarlo, pero no puedo,
Sólo soy ahora un ángel
Y ya han pasado 5 años

Y es primera vez que lo observo
Desde lo alto y celestial del cielo.









Elthan

Mención Honrosa:

Carlos Pinto (Elthan)


EQUINOCCIOS EN LAS ESTACIONES



En las alas de la locura
extasiadas runas escriben adiós
a la sangre negra/
extienden los brazos brujas esmeraldas
invoncado tormentas detienen el tiempo
sus risas vertiginosas destruyen las cimientes/
Desnudo otra vez el vórtice me arrastra/
sonidos ruidos quebrándose en la cabeza
golpeando desde las paredes hasta el alma
claman cadáveres a viva voz
Recuerda recuerda.



¿Qué tan fácil son quebrantadas las promesas?



En el sombrío bosque de la razón
famélicos arboles vierten gotas de tristeza
por el hacha que ataca de noche
cercenando la dicha en plenitud/
traición hipocresía desencanto falsedad avaricia
iluminados dones de la creciente humanidad/
incinerados paz sosiego franqueza
encontraremos pretensiones fastidiosas.



Transfigurados remolinos de polvo
orgullosos en soberbia y altanería
oscurecen el firmamento/
zigzaguean con la fiereza de serpientes
cayendo trágicamente sobre los templos/
En el cenit de un equinoccio no deseado
la bienvenida al invierno
cala hondo desde el corazón al espíritu.



Nimbos y manos asustadizas
dando los tonos a inmateriales sinfonías macilentas
mientras de la cabellera cuelgan las teclas
de un oxidado clavicordio/
por sobre las cabezas
una bandada de proyectiles
sobrevuela a gran velocidad
rumbo a mi ciudad de plata.



Cuando el sol tiene un ocaso
el viento sopla con desesperación
y la mariposa vuela a su refugio



Ahora conforme heme aquí
moviendo penosamente mi estación de duelo
entre una laberíntica ciénaga/
innumerables charcos vomitan fuego
iluminado el rostros de las gárgolas
que en su histeria enarbolan la venida
al equinoccio de hojas secas/
hablan con ojos grises
¡ Vamos muéstrame lo que atesoras!/
mis manos se abren humildemente al infinito
azul y escarlata escurre la mariposa
devorada por la sucia tierra
a las arregladas sombras.



¿Cuáles serán los matices del vacío?
carece de importancia ello
quizás quizas








Participantes



(Armonía)


Lydia Rodríguez Rivera (Armonía).



MÁS ALLÁ DE CIELO AZUL


Más allá de cielo azul y blondas nubes
por regiones nimbadas de distancias
vuelan temblorosas las angustias
de mis sensitivas esperanzas
por sendas donde el pie no sube
más allá, aun más allá.

Surco campiñas de sangre y oro
donde extiende el sol su manto vespertino.
Seres de luz diluyen blancos coros
matizando con su cántico sonoro
la dulzura del Ángelus Divino.
Más allá, aun más allá.

Veo templos de cristal de cúpulas preciosas.
Esmeraldas en lagos de góndolas galantes.
Jardines donde vagan los suspiros de las rosas
arco irisados con gemas de diamantes.
¡Adelante, siempre adelante!
más allá, aun más allá.

En siderales éxtasis cruzo ámbitos de virginal belleza.
La Vía Láctea es un puente tachonado de brillantes.
Ángeles investidos de túnicas turquesas.
Allá donde ora grandeza y esplendor.
Mientras tiembla – de mi alma – la corteza.
Más allá, aun más allá.

Con el sol de Armonía voy a hilar
un verso azul de cálida fragancia
que ascienda como incienso hasta el altar,
al santuario donde habita la Esperanza
del Buen Pastor de cielo, tierra y mar
Más allá, aún más allá.









Mario Chaffe Díaz.


Mario Chaffe Díaz.


ESTA DORMIDA

Parece que está dormida
no hagan ruido esta vez
¿por qué será tan querida
Sobre todo en su vejez?

Tiene su pelito blanco
hay arrugas en su piel
el tiempo las dibujó en su cara
dejando huellas de miel.

Su sonrisa es dulzura
como rosa de un panal,
es ella toda ternura
con la gente del lugar.

Hoy se quedó dormida
no ha querido despertar,
la comida esta servida
nadie la ha vuelto a tocar.

¿Soñará con su amado
y con el tiempo pasado,
cuando él pasó por su lado
y de ella quedó prendado?

Dicen que fue muy bella
y de muy buen corazón
era como una estrella
en su linda población.

Hoy se quedó dormida
no hagan ruido al pasar,
hoy le pinté los labios
bonita quería estar.

Que nadie llore a la abuela
que nadie llore al orar,

¿Qué no ven que está dormida
Y pronto va a despertar?






Juvenal Saldivia Altamirano.


Juvenal Saldivia Altamirano.


EN EL ALMA, TAL VEZ.

En el alma, tal vez, chispa divina
un puñal como víbora clavado,
secuestra al hijo amado toda una vida,
al sepulcro que con su muerte inaugura.

Mi corazón con la terrible mordedura
se desangra como un cáliz vertido.
El dolor que al pecho paterno castiga
es un río de seco llanto parido.

Ya no basta guardar eterno amor
bajo las alas en el silencio de los recuerdos.
Es la magia de abrazos y besos perdidos,
que en las fauces de la muerte son clamor.

En el alma, tal vez, luz del sol
la luz devora querida tibieza.
Su mirada que nutrió el alma, alguna vez,
fue fanal bendito convertido en dolor.

No corresponde anteceder la luz al sol,
ni a los peces sin sus ríos, lagos y mares.
Más la mano del supremo Creador,
escoge a sus hijos más amados a su Reino.

Este hijo tan digno, bondadoso y moroncial
honra su don de celestial trascendencia.
Su alma y mi alma sumida en gran dolor,
acuna en la fosa su cuerpo tan mortal.

¡Hijo mío! Cristal en las manos del hielo,
deshojado clavel en tornado del tiempo,
tal vez, quedó en este suelo despiadado,
pagando pecados, para merecer el cielo.

Cándida esperanza que mi corazón sostiene
de algún día romper terrenal cordón.
Recuerdo que mi lacerado pecho tiene,
umbrío puñal clavado en el corazón.








María Angélica Bustos.


María Angélica Bustos.


A LA VIRIL BELLEZA

Hombre...,
si acaso tu posees la belleza
sabiamente extendida en materia y en alma,
podría yo admirarte
de la misma manera como contemplo al mar...
Y aun amarte
si te quedas allí petrificado,
hombre-imagen, sellado en tu silencio.
Así te quiero yo, tal como si estuvieras
prisionero de las policromías,
de la luz y la sombra de una tela.
Así te quiero yo, de bronce o mármol.

Confiada, entonces, me extasiaré en tu frente
tras la cual se adivina el luminoso enjambre,
en la profundidad del mar de tu pupila,
en la rosa perfecta de tu boca.
Con ojos del ensueño veré el dorado nimbo
ornándote la espléndida cabeza,
digno marco a ese rostro modelado
por el Cincel Divino.

Por la mano de un hada,
trocada en diminuta mariposa de nieve,
me posaré en tus hombros de guerrero invencible
para libar el néctar
del magnífico vaso de tu cuello.
Y sobrevolaré el deslumbramiento
del espacioso valle de tu pecho.
Me detendré a la orilla de tu sereno corazón
a escuchar el murmullo de esa fuente
que da vida a tu efigie.
Envuelta en la celeste sinfonía,
iré hacia el eje de oro
desde donde descienden
los ríos poderosos de tus brazos
que enhebran el fulgor de mil caballos al galope.
Seguiré, fascinada, su corriente
hasta arribar
al remanso de tus reales manos.
Allí, en su latido, descansaré un instante
para el reinicio de mi travesía.
Y luego,
en estético gozo, circunvalaré
la órbita estelar
de tu esbelta cintura que contiene
la gracia del leopardo.
Cruzaré como un rayo
la región consagrada a su misterio,
y bajaré en mi vuelo,
transportada en un aire de zafiros,
por las firmes columnas que sostienen tu estatua.
Ebria, rendida al fin,
ánfora constelada de belleza,
he de plegar mis alas peregrinas;
me quedaré dormida, dulcemente,
a la sombra
de tus pies de granito.










Carmen Guzmán Pinto

Carmen Guzmán Pinto


ARAÑAS

Compartiré con ustedes

Una experiencia de vida,

Una vez yo fui mordida

Por una araña... ¿Me creen?

De rincón, me dijeron,

Luego de ser atendida,

Poca esperanza tenía

De salir viva de esto.

Un ronchón tenía mi brazo

Desde el preciso momento

De la mordida, aún recuerdo

Este hecho, paso a paso.

Sólo en veinticuatro horas,

Desde la mano hasta el hombro.

Observé, con gran asombro,

Mi brazo color de mora

La hinchazón impresionante

Se produjo sin demora,

La fiebre ya me devora,

El dolor era constante.

Al tacto aumentaba

Y se hacía intolerable.

¿Puedo ser tan vulnerable?

Silente me preguntaba.

Sufrí grandes sinsabores

Y diversos tratamientos,

No se lograba el efecto

Que esperaban los doctores.

Y así fue que día a día

Cambiaban medicamentos,

Mientras que mis sufrimientos

Borraban mis alegrías.

Mi presión se fue a las nubes,

Creció mi desesperanza

Y yo puse en la balanza

Los pro y los contra que obtuve

En mi paso por el mundo.

Sentí inminente mi adiós,

Le perdí perdón a Dios,

Oré por todos, profundo.

Pero aquí estoy todavía

Contándoles esta historia

Que conservo en mi memoria,

Quizás con letanía.

Más esto no lo sabía,

Que las “arañas humanas”

Suelen dañar con más ganas,

Sin descanso, noche y día.

También son muy ponzoñosas,

No miden las consecuencias,

No conocen la conciencia

Además son muy mañosas

Atacan con gran sigilo

Cual serpiente venenosa,

Son de vida licenciosa,

Ese es su negro destino.

¿Habré creado anticuerpos

Con la mordida de la araña?

Pero debo darme maña

Y cuidarme alma y cuerpo

De lo que he dado en llamar

Estas “arañas humanas”

Pues no pasa una semana

Sin su veneno lanzara

Sobreviví a la letal

“araña de rincones”

Me libraré, si señores

De la otra, que es fatal

Yo les digo, Dios mediante,

Que ellas tendrán su castigo,

El es el justo testigo

De su ataque, a cada instante.








Luis Bustamante Guarachi.

Luis Bustamante Guarachi.


PLUMAS DE CENIZA.

Los gases venenosos del volcán Chaitén
se atropellaban con fuerza inusitada
por caprichosas carreteras subterráneas.

La roca fluida y el humo sofocante
buscaban afanosos, por siglos
una puerta de escape,

serpenteando codos, dobleces,
recovecos para fugarse violentamente
y atormentar al mundo.

Hasta que un día ¡qué día Señor!
El volcán hizo erupción, apagando
de inmediato juegos, risas y alegría.

Lenguas de ceniza se elevaron
a los cuatro cielos, cegando
la luz del sol, de la Luna y las estrellas.

No se divisaba la dehesa
donde pastaban, berreaban y mugían
ovinos y vacunos

ni la casa señorial del patrón, colmada
de cristales, cortinajes, pinturas
y blancas porcelanas.

No hay flores ni avecitas en el monte,
sólo plumas de ceniza en sus calles,
en la plaza y camposanto.

En este siglo se repetía en Chaitén
la erupción del Vesubio sepultando a Pompeya
y EL ÉXODO de los hebreos en el Asia Menor.

¡Cómo se humedecieron los ojos
de nuestros conciudadanos!
¡Con que dolor miraban sus casas abandonadas
y a sus animalitos regalones con caritas de pena!

¡Cómo lloraba Chaitén, Futaleufú,
la Patria entera desde La Línea de la Concordia
hasta el centro del Polo Sur!









Otyrose Vivanco Pinilla



Otyrose Vivanco Pinilla


PENA MIA

Gota a gota, cae la pena mía
de no verte al lado del niño,
que llora y llora tu ausencia
sin retorno.
Ha quedado en crecimiento,
lleno de amor fecundo

Trágica enfermedad,
te llevó a la sombra de un olivo.
¡ Amiga !
Apenada estoy de no verte,
junto al hijo que adoraste.

Mientras el dueño tuyo,
con los brazos llenos
de rosas en capullo
decoró tu refugio eterno,
arrodillado, sollozaba,
besando el retrato de su amada.

Su alma gemía
de profunda tristeza,
en voz baja clamaba
¡ Dios ¡ Déjame llorar,
hasta congelar mi angustia.







Bubi Torres Sepúlveda.


SUTILEZAS.

Quiero coger luz de estrellas
Para iluminar pensamientos
Tomar entre mis manos
Mariposas en vuelo
Libélulas en movimiento
Atar destellos de picaflor
Con las notas de un violín.
Para sostener un ramo
De hermosos rayos de sol.
Solo quiero belleza
Mirar el jardín del cielo
Y confundir luz de luna
Atrapada en mi cabello.
Llegar a orillas del mar
Y dejar mis pies desnudos
Para el beso de las olas.
Solo ansío hermosuras
Que da la naturaleza
Ver con ojos del alma
Y dios en el corazón.
Hoy ya tengo la calma
Sueño con sutileza
Y amor para vivir mi edad.









María Torres.


ALMA DE MUJER.



Mujer, madre, compañera
que luces tus canas blancas
eres espejo de lo real,
que no se empañe tu vida
para poder disfrutar.

Cuando de noche en penumbra
un suspiro te meció
son recuerdos insensatos
que guardó tu corazón.

De sentir las alegrías
tan recientes como ayer
en pos de una vida ingrata
que sientes desfallecer

Por el trabajo añorado
que fue como un resplandor
¿Opacó tu vida acaso?
no devolvió la ilusión.

Son otros días, otro tiempo,
el sol ha vuelto a brillar
alrededor, ves las flores
olvida, vuelve a soñar.







Julia F. Rivas Reyes.


AVE FENIX


Tengo el alma crucificada
las heridas sangran, duelen en agonía
… es mi presente
dirijo la mirada al futuro…
quiero ver un continente de esperanzas.
Traspasada por la urgencia del tiempo,
como una larva que está encapsulada en su capullo,
más, llegará el momento de romper este muro de seda,
transfigurada en espléndida mariposa
volaré libre a espacios infinitos,
será la calma después de la tempestad
atrás permanecerá el capullo de seda…
… la mariposa ya voló.
La muerte es un acto de libertad
es abrirse a una dimensión eterna,
con dignidad, dejándose seducir
por un más allá eterno, sin fin,
por un futuro no material ni efímero,
sino trascendente, sin límites
… siendo un merecido descanso.
Aún así, deseo estar en contacto
con lo desconocido que hay dentro de mí
asomándome a mi interior,
en un momento de paz y armonía,
para afrontar ese interior tan huidizo,
tan poco explorado
sin temor a lo que pueda encontrar…
afrontar miedos y soledades,
aprender a transformar la soledad
en una fuente de bienestar,
en una soledad poblada por mi propia presencia
liberándome de nostalgias,
que no es otra cosa que añoranzas inútiles
de lo perdido, lo que pertenece al pasado,
aquello que ya no existe.



Quiero transformar la soledad en un estado
de goce, creatividad, meditación,
en una palabra ¡ plenitud !…
en una soledad habitada, fecunda,
en esa soledad que me permita enfrentarme
lealmente conmigo misma
en la fecundidad de mi ser.
Mi soledad será la puerta abierta,
para el discernimiento,
condición que renovará la esperanza,
la vitalidad, liberándome de falsas representaciones.
no permitiré que la esperanza se escape
de mi proyecto de vida,
no me dejaré llevar por el nerviosismo inútil.
He aquí el gran principio de Wittgenstein:
“ la irracional convicción de que,
pase lo que pase, todo acabará bien ”.
mis ideales permanecerán de pié,
como columnas
continuaré subiendo lentamente…
… hasta llegar a la cumbre…







Winnie Rose Carroll Navarro



C A N T O

Estoy seca de tanto lllorar
mi rostro olvida la lozanía
y el dolor se instala en mi mirar.
Cielo negro observo
ni una estrella en mi andar
¡ Cruel vida !
que mi corazón arrancas
para volver triste mi soñar.
Soñar triste
de quién no tiene sueños
que esperar.
¡ Vida ingrata ,
de dolor consumida !
Me dejas llorando
lágrimas ácidas
para hacer fuego en la herida,
herida de dolor profundo
porque nací en un sueño enamorada,
para morir en este mundo
al que nada le importa nada.
" Llanto de quien canta llorando
un canto de inconfundible dolor,
dolor de seguir viviendo para llorar
y llorar cantando su dolor"....




1 comentario:

María. dijo...

Hola, quisiera comunicarme con el creador del blog. Como lo hago? Saludos, gracias

...